jueves, 30 de octubre de 2014

Francisco Muñoz y sus aportes a la comprensión y la praxis de la paz


Hace ocho días, en forma prematura e inesperada, se apagó la vida del académico Francisco A. Muñoz Muñoz, o Paco Muñoz, forma generalizada como le llamaban en sus círculos más cercanos de los afectos y la amistad. Era catedrático de historia antigua de la Universidad de Granada, España; investigador para la paz y ex director del Instituto de la Paz y los Conflictos de la misma universidad; director y docente de diversos programas de doctorado en paz, que la universidad en mención ha desarrollado en Colombia y México, o en alianza con otras universidades de España; y esencialmente, constructor de paz, aquí o allá. Su fallecimiento ha suscitado sentidas expresiones de nostalgia en sus seres más queridos, sus colegas y estudiantes en España y en distintos países de Europa, el Norte de África y América Latina, y en los escenarios no académicos donde también se conoció su enfoque de la paz imperfecta y sus valiosas publicaciones. Todos coinciden al lamentar la pérdida generada por este acontecimiento.

Una reseña juiciosa de sus especiales condiciones como ser humano, su trayectoria como constructor de paz, su enfoque de paz y todo el valioso cuerpo teórico que generó en torno de los significados y la praxis (teoría y práctica) de la paz, conllevaría a la elaboración de un buen número de artículos y libros. Por ello, esta publicación admite que está lejos de dicha pretensión, y por el contrario, se centra en recoger y destacar, de manera sucinta, algunos de los principales aportes a la paz del querido y admirado académico.


Identifico dentro de sus más valiosos aportes a la paz: un marco teórico que permite comprender de manera más real y propositiva los significados de la paz, y que contribuye por ende a su construcción, estando integrado por su "enfoque de la paz imperfecta", la "matriz unitaria y comprensiva", propuesta para abordar la complejidad de la paz, y un cuerpo de conceptos teóricos, que soportan su enfoque, como: "el optimismo inteligente" que requiere la paz, "el empoderamiento pacifista", "la deconstrucción de las violencias", "las mediaciones" para la gestión pacífica de la conflictividad, y "el giro epistemológico, que permite abordar la conflictividad a partir de la paz misma y no desde las violencias (Muñoz, 2001; Muñoz, Herrera, Molina, Sanchez, 2005; Muñoz, Bolaños, 2011; Muñoz, Jimenez, 2013; Comins, Muñoz, 2013). También, la importancia que otorgó a la investigación para la paz, fomentándola y soportándose en ella; y toda la literatura académica que generó.



El enfoque de la paz imperfecta, encontró su origen a finales de los noventa, y su surgimiento abonó un terreno fértil y ávido de teoría y acción por la paz, producto del largo periodo de la guerra civil española y de la dictadura franquista, que se había extendido hasta mediados de los setenta (Comis, Muñoz, 2013). Desde entonces, este enfoque ha sido divulgado, reconocido, profundizado, ha alcanzado una significativa consolidación, y ha logrado una creciente acogida en ámbitos académicos y no académicos de diversos países. A su vez ha sido reconocido como real, transmoderno y propositivo.

La paz imperfecta hace ruptura frente a enfoques minimalistas y maximalistas de la paz. Dentro de los primeros, el enfoque de la paz negativa, que concibe la paz como simple ausencia de guerra y de conflicto; y respecto de los segundos, el enfoque de la paz positiva, definido como ausencia de toda violencia y justicia social (Galtung, 1995). La  ruptura se evidencia en el solo punto de partida del enfoque de Francisco Muñoz, que es el reconocimiento de la imposibilidad de una paz perfecta, lejana de la condición humana y de la complejidad; y en su afirmación de una paz imperfecta, es decir, inacabada, perfectible, construida mediante procesos, muchas veces, en el día a día, y que en diversas ocasiones coexiste con las violencias (Muñoz, 2001).

Este enfoque enfatiza que la paz no puede ser comprendida como una utopía irrealizable o una orilla inalcanzable; y por el contrario, la reconoce como una realidad social, que ha estado presente en todos los tiempos, posibilitando la supervivencia humana, generando valores, cultura, formas de vida y de relación, propuestas de organización social y política, y normativas que buscan garantizar la prolongación de la especie humana (Muñoz, 2001; Muñoz, Jimenez, 2012). También, que la paz es "signo de bienestar", "antídoto contra la violencia" y que "nos hace más humanos" (Muñoz, 2001; Muñoz, Herrera, Molina, Sanchez, 2005). Una paz que se materializa en la transformación pacífica de los conflictos, el reconocimiento de las experiencias de paz, la articulación de las mismas, el despliegue de capacidades y potencialidades para construir la paz, y en empoderamientos pacifistas como poder de cambio y transformación, entre otros. Estas reflexiones llevaron al profesor Francisco Muñoz a afirmar en diversos escenarios, que "la paz es siempre imperfecta". 

Destaco también, que el marco teórico que generó, ya mencionado, se soportó en hallazgos de investigación para la paz, recogidos en los grupos de investigación que conformó y dinamizó por muchos años, como el de "Paz imperfecta y conflictividad", integrado por académicos del Instituto de la Paz y los Conflictos de la Universidad de Granada, de otras universidades de España y de Europa, del Magreb y de América Latina. Francisco Muñoz motivó siempre el trabajo colectivo, tanto en investigación para la paz, como en publicaciones académicas producto de la misma. A su vez, el trabajo en red, como se evidenció en la incipiente Red de Investigadores para la Paz Imperfecta - RIPI-, constituida en el 2013, por estudiantes de doctorado de las Universidades del Valle, Medellín y el Atlántico en Colombia.




No puedo cerrar este artículo, sin hacer mención al afecto que Francisco Muñoz profesó por Colombia, su interés en la construcción de la paz en este país, y los valiosos esfuerzos que comprometió en procura de la misma. Formó en paz a muchos colombianos en la Universidad de Granada, en España, llevó el doctorado en paz a algunas universidades regionales de este país, integró a académicos colombianos en sus grupos de investigación, publicó con académicos colombianos, divulgó su enfoque de la paz imperfecta en diversos escenarios, académicos y no académicos, visitó iniciativas de paz de base social, conversó con diversos constructores de paz, y siempre ofreció generosamente su disponibilidad.



Sin lugar a dudas fue un privilegio conocerle, tenerlo entre nosotros, aprender de su enfoque de paz imperfecta y todo el marco teórico que generó; y reconozco, como muchos, que ha dejado un importante legado en el ámbito de la paz, la investigación para la paz, y la praxis de la paz.

Fuentes de información:

Comins Mingo, I., Muñoz, F., (eds.) (2013). Filosofías y praxis de la paz. Barcelona: Icaria.

Muñoz, F. (ed.) (2001). La paz Imperfecta. Granada: Editorial Universidad de Granada.

Muñoz, F., Herrera, J., Molina, B., Sanchez, S. (2005). Investigación de la paz y los derechos humanos desde Andalucía. Granada: Editorial Universidad de Granada.

Muñoz, F., Bolaños Carmona, J., (eds.) (2011). Los hábitus de la paz. Teorías y prácticas de la paz imperfecta. Granada: Editorial Universidad de Granada.

Muñoz, F., Jiménez Arenas, J.M., (eds.) (2012). La paz partera de la historia. Granada: Editorial Universidad de Granada.

Fotos

Las dos primeras son fotos de Francisco Muñoz Muñoz
La tercera y cuarta foto en orden descendente corresponde al grupo de investigación: "Paz imperfecta y conflictividad".
La cuarta foto, con integrantes de la Red de Investigación para la Paz Imperfecta -RIPI-

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias, Esperanza. Has plasmado muy bien quíen fue Paco , cuál fue su obra y ya su legado dentro d elos Estudios d ePaz, y también has expresado muy bien la fuerza con la que , de manera infatigable, estuvo comprometido con la paz y con la idea de que cada vez más y más personas se interesaran en deconstruir la violencia y empoderara la paz.
Un abrazo grande desde el dolor por la pérdida de un gran amigo y de un inolvidable maestro.
Lidón

Anónimo dijo...

Querida Lidón, gracias mil por el bello comentario. Intente, con dificultad por el natural estado de nostalgia, escribir este artículo, que recogiera lo que bien tu describes. Tenemos una gran tarea por delante: seguir leyendo a Paco, profundizándolo, divulgándolo y colocando su obra en movimiento.

Esperanza

adrianacona dijo...

Queridas Esperanza y Lidon, con gratitud las saludo permitiendone unirme en estos comentarios de gratitud por el este escrito. El profe Paco, como insistí en llamarlo profe, aportó a mi país Colombia, de múltiples maneras y muchas, muchas veces, entre ellas el haber propiciado, gestionado la existencia de un doctorado de gestion de la paz y los conflictos del cual hacemos parte varios colombianos, con nostalgia y con la dicha que me permitió conocerle en casi dos años habiendo transformado mi vida de la resistencia a la "re-existencia" constituye una referencia en distintos ámbitos de la vida. Dejó semillas de paces imperfectas por todo el planeta entre ellas el trabajo colaborativo en red que promete seguir visibilizando y construyendo escenarios y acciones de paces imperfectas que nos hacen pensar que todo es posible. Con el profundo respeto a su amada esposa, familia y amigos mas cercanos deseo un buen camino y acompaño en oración, tuvieron la dicha de sentirlo tan humano y cálido, si para mi en menos de dos años me cambio la vida este ser maravilloso de luz, inteligencia inagotable, mirada y sonrisa sincera, con gratitud por tu existencia y enseñazas, seguiré "estos indígenas" como amorosamente nos decía a lucho y a mi, insistiendo en acciones de paces imperfectas en distintos ámbitos como hubieses querido, abrazo con cariño a estas personas tan especiales y brillantes imperfectologos de las paces imperfectas, siempre desde la complejidad

Anónimo dijo...

Querida Adriana, muchas gracias por compartir tu experiencia formativa con Paco y reconocer su trabajo en Colombia. Admiro profundamente los procesos de resistencia civil de los pueblos indígenas del Cauca, tu resistencia; encuentro en ellos verdaderos empoderamientos pacifistas que hacen posible la protección de la vida en su comprensión mas amplia, el territorio, las culturas y la autonomía indígena, entre otras. Resistir es reexistir, es dignidad, lucha noviolenta, pervivencia.

ESPERANZA

Anónimo dijo...

Esperanza, creo que nunca había leído un obituario tan lleno de vida y esperanza; de enseñanzas y de inspiración. Un recorrido de gran solidez conceptual y delicada prosa en homenaje al maestro, al amigo, al ser que fue capaz de transladar su propuesta académica a una hoja de ruta propositiva y rica que permite la comprensión y aplicación en nuestra praxis, en nuestra vida individual, en la manera de abordar sin desesperar el conflicto que sigue presente y saber atisbar y atizar lo que permita superar el conflicto violento y destructivo y transitar hacia la paz imperfecta pero con un potencial de creación y desarrollo. Gracias por acercarnos tanto al maestro Paco Muñoz, quien seguirá vivo con sus enseñanzas y legado.

Anónimo dijo...

posdata: Marcela Salazar Posada