domingo, 27 de enero de 2013

La paz es siempre imperfecta. Así lo afirmó Francisco Muñoz en la Universidad Autónoma de Bucaramanga

El pasado 18 de enero, Francisco A. Muñoz, historiador, investigador para la paz y catedrático de la Universidad de Granada, España, visitó la Universidad Autónoma de Bucaramanga -UNAB-. Allí, conoció el Instituto de Estudios Políticos e intercambió con Lya Fernandez de Mantilla, directora del mismo; conversó con Donaldo Quiroga, presidente de la Asociaciòn de Trabajadores Campesinos del Carare -ATCC-, experiencia Nobel Alternativo de Paz, y escuchó su relato sobre el trabajo de construcción de paz de esta valiosa Iniciativa de Paz de Base Social; y participó en el primer seminario interdisciplinar de este año, programado por la Facultad de Derecho.

En una muy buena conferencia, Paco presentó la historia, los fundamentos y significados del enfoque de la Paz Imperfecta, generado por él y profundizado en el grupo de investigación que se ha sostenido por 20 años, en torno del mismo. Con relación a su intervención, recojo y destaco algunos aspectos por él mencionados: el contexto de postguerra y transición polìtica en España, en el que surgió el concepto de la Paz Imperfecta; el carácter polisémico, transmoderno y transdisciplinar del mismo; y su propuesta metodológica para explicar el ámbito de acción de la investigación para la paz, representada en una matriz explicativa, integrada por cinco ejes: una teoría general de los conflictos, pensar la violencia y la conflictividad desde una paz imperfecta, deconstruir la violencia, mediaciones entre violencias y paz, y empoderamiento pacifista.

Paco recalcó la imposibilidad de una paz perfecta, ajena o lejana a la condición humana, y explico que el adjetivo de "imperfecta" alude a una paz inacabada. También destacó la importancia del giro epistemológico, propuesto por este enfoque, que invita a superar los enfoques centrados en la violencia, para abordar la paz, de manera más propositiva, a partir de la paz misma. Sin desconocer los aportes de los enfoques violentológicos, señaló que ellos pierden de vista otras realidades, como las distintas experiencias de paz que han existido siempre, al igual que el cambio y el rol de los actores sociales dentro del mismo. Indicó en igual forma, que las paces imperfectas se  hacen visibles cada vez que se resuelven pacíficamente los conflictos y se desarrollan capacidades y potencialidades de los seres y colectivos humanos.

Recordé que cuando conocí el enfoque de la Paz Imperfecta, identifique en ella, la paz que construyen las Iniciativas de Paz de Base social de Colombia, dado que cada logro de sus resistencias noviolentas o sus mediaciones en el conflicto armado, representan paces; aunque inacabadas, frente a contextos en los que se expresan violencias y conflictos por transformar, como las estructurales de la pobreza, la miseria, y la exclusión, entre otras, y la directa del conflicto armado. 

Donaldo, en su relato a Paco sobre la experiencia de la ATCC, hizo evidente las paces imperfectas o inacabadas que ellos han construido a lo largo de 25 años, desde su resistencia noviolenta y su mediación en el conflicto armado; que en palabras de los campesinos de la ATCC se expresa como: "una paz que no tiene vacaciones", porque se avanza mediante el diálogo y los acuerdos, pero a su vez, surgen nuevos retos y desafíos, como el mas reciente que asumen en esta experiencia: la amenaza de los intereses económicos foráneos sobre su territorio, y las concesiones mineras sobre el mismo.

El enfoque de la paz imperfecta lleva a reconocer no solo la imposibilidad de la paz perfecta en la condición humana; sino también, a reflexionar sobre el peso o la incidencia negativa de los maximalismos que tradicional y equivocamente han definido la paz y que restringen sus posibilidades reales. En ese sentido, en el marco del actual proceso de paz, ni las partes en conflicto, ni la sociedad civil, pueden esperar un acuerdo de paz que con su sola firma resuelva o transforme de una vez por todas, las causas generadoras del mismo, o que en forma mágica erradique cualquier expresión de violencia en este país. Desde el enfoque de paz imperfecta, tanto el proceso de paz, como el acuerdo general de la habana, y un deseable acuerdo de paz final, se perciben como valiosas realidades de paz, pero inacabadas, dado que la apropiación e implementación de dicho acuerdo, representarían el comienzo del proceso de construcción de paz.

Notas:

1. En la foto superior, Francisco A. Muñoz, en plena charla con los docentes de la Facultad de Derecho de la Unab.
2. En la foto del medio, Francisco A. Muñoz con Lya Fernandez de Mantilla, directora del IEP - UNAB, y Donaldo Quiroga, presidente de la ATCC.
3. En a foto inferior, Lya Fernandez de Mantilla, Francisco A. Muñoz y quien escribe este artículo. Esta última foto fue tomada por el periodista Pastor Virviescas Gómez.

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