sábado, 27 de junio de 2009

Marino Mestizo lider de la resistencia indígena y constructor de paz en Jambaló

Lo conocí este año, entre marzo y abril, nos recibió en su casa, en la Esperanza, zona baja de Jambaló. Me llamo la atención su amabilidad y su permanente preocupación por que todo saliera bien; frecuentemente aparecía para consultar si el grano estaba completo o si hacía falta algo de remesa. En ese momento realizabamos una minga de saberes y pensamientos con los presidentes de Acción Comunal y los beneficiarios de la Escuela de Formación Integral, con el fin de identificar los principios, significados y perspectivas de la escuela.

Por entonces, la Esperanza era epicentro de resistencia indígena noviolenta, y Marino Mestizo su líder mas destacado. En la asamblea comunitaria que se realizó entre el 23 de febrero y el 4 de marzo del presente año, su voz se pronunció con firmeza, sin violencia, en defensa del territorio, la autonomía, la cultura y la población indígena asentada en esta zona. Quería un territorio libre de cristalizaderos de coca, minas antipersonales, y actores armados, y jóvenes vinculados a opciones de vida, orgullosos de su identidad y activos en el movimiento indígena.

Su postura clara, directa y firme traería consecuencias inmediatas a su vida: inicialmente una amenaza, y luego la materialización de la misma, el 23 de junio de este año, cuando hombres encapuchados detuvieron su marcha en la vía que conduce de Caloto al Palo, para retenerlo, atarlo y propinarle los 3 disparos en la cabeza, con los que segaron su vida.

Marino era como los indígenas que he conocido, sencillo, humilde, inteligente, valiente, laborioso, comprometido con su proceso, y constructor de paz. Gozaba de la credibilidad y el respeto de las autoridades indígenas y de los comuneros que compartían su postura en el ejercicio de resistencia indígena. El sabía que su liderazgo y sus convicciones podían apagar su vida, y por este motivo, en los días que antecedieron a su asesinato, en reunión con sus amigos mas cercanos y compañeros del movimiento indígena, les manifestó que si un día el faltaba, que continuaran firmes en su ejercicio de resistencia, que el no tenía miedo de morir, por que sus convicciones eran claras y por que para morir había nacido.

Marino era constructor de paz por que concebía la posibilidad del cambio desde métodos noviolentos como la organización comunitaria, la unidad, y la resistencia indígena noviolenta. También por que proponia opciones de vida, solidaridad, y convivencia armónica; por que protegía la cultura del pueblo Nasa, su territorio y su autonomía; por que estimulaba la Guardia Indígena, y por que su vida cotidiana era testimonio de sus convicciones.

Marino fue despedido por su familia y su pueblo con dolor e indignación, con musica propia, con honores de las autoridades indígenas y la Guardia Indígena, y dejando importantes enseñanzas, que sin lugar a dudas, contribuirán a la unidad del movimiento indígena y al fortalecimiento del ejercicio de resistencia en la Esperanza, Jambaló y el Norte del Cauca.


Desde la cosmovisión propia, el Nasa nunca muere por que es un permanente viajero, y como reza el himno de la guardia indígena, "Compañeros han caido, pero no nos vencerán, porque por cada indio muerto otros miles nacerán". Esperamos que no tengan que caer mas líderes indígenas, por que tenemos que aprender las lecciones de nuestra historia, en las que se ha hecho evidente que la violencia no transforma para construir, que no existe ninguna causa que justifique la violencia y la muerte, que las diferencias no se resuelven eliminando al contradictor, y que muchos ejemplos en el mundo enseñan que es posible el cambio y la construcción de la paz desde mecanismos noviolentos.

Pacífico y significativo el comunicado leído en el sepelio por las autoridades indígenas, en el que ratificaron su opción por la vida, la transformación noviolenta de la realidad y el diálogo.

NOTA

1. La foto superior corresponde a Marino Mestizo.
2. La segunda foto en orden descendente corresponde a los honores que le brindó la Guardia Indígena a Marino Mestizo el día de su sepelio.
3. La tercera foto corresponde a un afiche que hicieron para Marino Mestizo los jóvenes de la Esperanza.
4. La última foto corresponde a los artístas que despidieron con música propia a Marino.

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