domingo, 16 de junio de 2013

El CRIC realiza esta semana su XIV congreso regional

Del 16 al 20 de junio, en territorio de pueblo Kokonuko (1), el CRIC realizará su XIV congreso regional, bajo el lema: "por el territorio y la gobernabilidad de los pueblos indígenas". Este congreso tendrá un carácter evaluativo, dado que analizará la realidad que están viviendo los pueblos indígenas del Cauca; legislativo, porque las decisiones que en él se adopten representarán un mandato para las autoridades indígenas locales, zonales y regionales, y para las comunidades indígenas asentadas en cada uno de sus resguardos; y de proyeccion dado que trazará los lineamientos para los próximos 4 años y elegirá la nueva directiva de esta organización.

Según comunicado del Cric, 5000 guardias indígenas del Cauca y de otros pueblos indígenas de Colombia ejercerán el control y acompañaran el congreso. Se espera que en este evento hagan presencia 120 autoridades indígenas del Cauca y 20.000 indígenas de los 9 pueblos que integran el movimiento indígena en dicho departamento.

 El CRIC es una experiencia indígena ejemplarizante en Colombia y en América Latina. Desde su surgimiento en 1971, generó el movimiento indígena en este país; y a lo largo de sus 42 años de existencia, en forma perfectible ha construido paz desde la base, es decir, en una dimensión "de abajo hacia arriba" (2). Una paz que se ha hecho visible cuando han protegido la vida en su dimensión mas amplia; cuando han recuperado, fortalecido y protegido las culturas de los 9 pueblos que lo integran, sus territorios ancestrales, al igual que sus formas organizativas, su educación, sus lenguas, su medicina y su justicia propia. También cuando han ejercido su autonomía, han generado desde procesos altamente participativos una propuesta política y unas estructuras organizativas propias, cuando han mediado en el conflicto armado en defensa de la vida, la cultura, el territorio y la autonomía,  cuando han ofrecido al Estado Colombiano, a la insurgencia y a la sociedad civil en general, propuestas ejemplarizantes como la de "La Maria territorio de convivencia, diálogo y negociación", y en sus reiterados llamamientos para la solución negociada del conflicto itnerno amado, entre otras.

Lo han hecho mediante una extraoridinaria capacidad organizativa y un fuerte y exitoso ejercicio de resistencia indígena, que en algunos momentos históricos (3) admitió el uso de la violencia como medida extrema de defensa, aunque desde 1980 comenzaron a hacer visible la potencialidad de su resistencia pacífica o noviolenta, a traves de la generación de proyectos de vida en escenarios locales, como el Nasa de Toribio en dicho año y el Global de Jambaló en 1987; posteriormente, en 1991, con la desmovilización del Movimiento Indígenista Manuel Quintín Lame; con el fortalecimiento de su Guardia Indígena, sus movilizaciones pacíficas como exigibilidad de derechos o manifestación de rechazo a políticas públicas; sus planes de emergencia para protegerse en contextos de escalamiento del conflicto interno armado; y con todos sus pronunciamientos en los que han presentado su postura de autonomía frente a todos los actores de este conflicto, entre otros (4). También destaco sus valiosas prácticas de mediación en el conflicto en mención, que han evidenciado en reiteradas oportunidades, su poder pacífico transformador desde la palabra y el diálogo, con los que han salvado muchas vidas, han aclarado su postura política frente a los actores armados y han protegido sus culturas, su territorio y su autonomía (5).


 El CRIC ha dejado diversos aprendizajes: la posibilidad de unidad en  la diversidad, el empoderamiento perfectible de los indígenas de Cauca a partir de una ideología propia, una capacidad organizativa, un ejercicio de resistencia y al mismo tiempo una vocación para el diálogo, la mediación y la negociación política (6). También ha hecho visible el valor de las culturas de los pueblos indígenas del Cauca, sus aportes a la profundización de la democracia y a la construcción de la paz, y se ha convertido en un referente de otros pueblos y comuidades en Colombia y en América Latina (7).

El CRIC ha hecho posible la transición de terrageros a recuperdores y propietarios de sus territoriios ancestrales, de pueblos invisibilizados a importantes actores sociales y políticos, y de víctimas a constructores de paz. A su vez ha movilizado la palabra, ha evidenciado que la palabra sin acción es vacia, y ha enseñado que indígena y territorio es una realidad indivisible, al igual que indígena, participación comunitaria e interés comunitario.

Definitivamente tenemos mucho que conocer y aprender del CRIC y de los pueblos indígenas de Colombia, avanzando del prejuicio y la estigmatización a la interculturalidad.


NOTAS:

1. El puebo Kokonuko es uno de los 9 pueblos indígenas que integran el CRIC.
2. Tomado del libro: Hernandez Delgado E., (2004), Resistencia civil artesana de paz. Experiencias indígenas, afrodescendientes y campesinas. Bogotá, Editorial Universidad Javeriana.
3. Como la resistencia de la Gaitana, en tiempos de la invasión española.
4. Hernandez Delgado E., (2009), "Resistencias para la paz en Colombia. Experiencias indígenas, afrodescendientes y campesinas", Revista paz y conflictos (2).
5. Hernandez Delgado E. (2012), Intervenir antes que anochezca. Mediaciones, intermediaciones y diplomacias noviolentas de base social en el conflito armado colombiano. Bucaramanga, Litografía la Bastilla.
6. En ello coincidimos diversos investigadores:  Hernandez Delgado E., (2004), Ob., Cit; Galeano Lozano, M., (2006), Resistencia Indígena en el Cauca. Labrando otro mundo, Popayán,  Impresora Feriva S.A.; Gonzales Piñeros, N. C., Resistencia Indígena. Alternativa en medio del conflicto colombiano, Cali, Artes Gráficas del Valle Ltda; y Wilches – Chaux, G., (2005), Proyecto Nasa: la construcción del plan de vida de un pueblo que sueña. Bogotá: Arfo Editores e Impresores Ltda, entre otros.
7. Ibídem.
8. El programa y la foto fueron tomados de la página web del Cric. www.cric-colombia.org

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