Rember Yahuarcani es pintor y escritor indígena Uitoto. Nació en Pebas, Perú, pero sus orígenes se ubican en Colombia, específicamente en La Chorrera, Amazonas, dado que sus ancestros habitaban este territorio antes que la violencia de la cauchería, de comienzos del siglo XX, hiciera presencia allí para instaurar la barbarie, el genocidio y la migración forzada al Perú de los pueblos indígenas que se asentaban en él, tal como ocurrió con los bisabuelos y los abuelos paternos de Rember (1).
No alcanza aún los treinta (30) años, pero goza de un importante reconocimiento, y en el Perú se le considera como uno de los artistas con mayor proyección nacional e internacional. Ha realizado 21 exposiciones individuales, ha publicado dos cuentos, y ha recibido importantes galardones como pintor y como escritor. En el 2008 ganó el premio de la Segunda Bienal Intercontinental de Arte Indígena, Ancestral o Milenario, realizada en Quito, Ecuador; y en el 2010, ganó el primer lugar en el Concurso Nacional de Literatura Infantil y Juvenil "Carlota Carvallo de Núñez".
Rember pinta desde niño, en parte porque nació en una familia de artistas: su padre es pintor, escultor y artesano, su madre es artesana, y también pintan sus hermanos Nereo y Karem, y hasta el pequeño Rember Segundo, que ya hace sus primeros trazos. También, porque a él no le fueron ajenas, las limitaciones históricas que han padecido los indígenas en América Latina, especialmente las que representan las carencias de oportunidades, como la de acceder a la educación superior. Por ello, cuando se dío cuenta que no podría ir a la universidad, se dedicó a pintar (Ibíd.). Como el mismo expresa: "A veces no nos dan a escoger entre las lágrimas y la risa, sino sólo entre las lágrimas y entonces hay que saberse decidir por las más hermosas. Yo me decidí por una de esas lágrimas hermosas" (Ibíd.).
Desde la mirada externa, puedo decir que de muchas maneras este artista plástico contribuye a la construcción de la paz: difunde en sus obras los valores de las culturas y las cosmovisiones de los pueblos indígenas amazónicos, para hacerlas visibles y dignificarlas; destaca la importancia de la Amazonía, la especial relación de los pueblos indígenas que allí se asienta con la selva, y la importancia de protegerla; y otorga un lugar especial a la mujer, que asume como siempre presente, y como sostén del espacio y la creación. A ellas se agrega de manera especial, su labor de contar al mundo a través de sus pinturas el genocidio cauchero, aportando a ese proceso de largo aliento, de derecho a la verdad y reparación, demandado por los pueblos indígenas del amazonas, dentro de los requerimientos para poder cerrar las heridas que se han mantenido abiertas por cien años. Así lo hizo con su padre, el artista Santiago Yahuacari, en el mural que pintaron en la Chorrera, Amazonas, en octubre del 2012, cuando se comemoró el centenario del genocidio causado por la violencia mencionada. Este mural se registra en la foto al comienzo de este artículo, y se hizo posible por la valiosa gestión de la Fundación Caminos de Identidad -FUCAI-, que facilitó y dinamizo el centenario.
He quedado fascinada con la obra de Rember, que encuentro mágica, propositiva, ecológica, Amazónica y constructora de paz. También con su bella familia, que me nos acogió hace veinte días en su casa en Pebas. Aprovecho para agradecerles a todos.
Notas:
1. En la foto superior, el mural elaborados por los artistas Santiago y Rember Yahuarcani. En el se observa el pasado y el presente, sobre la hoja de tabaco se ilustran escenas que representan la violencia de la caucheria, y sobre ella, en representación del presente y el futuro, los espíritus del tabaco, la coca y la yuca dulce.
2. La foto del medio, una obra de Rember Yahuarcani, tomada de su Facebook
3. En la foto inferior, con el Padre Ivan, Dommi, Victoria, Fernando, y a mi lado derecho, Santiago Yahuarcani, en Iquitos, Perú.
1. En la foto superior, el mural elaborados por los artistas Santiago y Rember Yahuarcani. En el se observa el pasado y el presente, sobre la hoja de tabaco se ilustran escenas que representan la violencia de la caucheria, y sobre ella, en representación del presente y el futuro, los espíritus del tabaco, la coca y la yuca dulce.
2. La foto del medio, una obra de Rember Yahuarcani, tomada de su Facebook
3. En la foto inferior, con el Padre Ivan, Dommi, Victoria, Fernando, y a mi lado derecho, Santiago Yahuarcani, en Iquitos, Perú.