viernes, 27 de junio de 2014

Virtudes clasicas para la paz

En este articulo comparto la reseña del libro: "Virtudes clásicas para la paz", editado por Fancisco A. Muñoz y Beatriz Molina Rueda, efectuada por la Universidad de Granada. Este libro es producto de un ejercicio de investigación para la paz y sin duda, representa un valioso aporte para la teoría y la práctica de la paz. Felicitaciones a Paco y Bea, sus editores, a los autores de los capítulos, y para el Instituto de la Paz y los Conflictos de la Universidad de Granada, que nos ofrece nuevamente una juiciosa e interesante publicación.

“Virtudes clásicas para la paz”, nuevo libro de la UGR

25/06/2014
 
Con edición de los profesores Francisco A. Muñoz y Beatriz Molina Rueda, el volumen publicado por la Editorial Universidad de Granada trata de distintos aspectos de las virtudes como valores asociados a la paz
 
Los profesores Francisco A. Muñoz y Beatriz Molina Rueda son los responsables de la edición del libro “Virtudes clásicas para la paz”, publicado por la Editorial Universidad de Granada (eug), en el que se tratan distintos aspectos de las virtudes como valores asociados a la paz. 

Desde la perspectiva de la investigación de la paz, las virtudes orientan a las entidades humanas para mejorar el desarrollo de las potencialidades, para la satisfacción de necesidades, para la regulación pacífica de los conflictos, para la construcción de la paz. “En este sentido pretendemos verlo en este texto”, señalan los autores, quienes añaden: “Parafraseando la archiconocida frase atribuida a Gandhi `no hay camino para la paz, la paz es el camino`, podríamos decir que las virtudes no consisten en saber qué es el bien sino que son el camino para obrar bien y con honradez”. La habilidad de actuar correctamente, de acuerdo con lo que se considera honrado, es el centro de atención de las virtudes. Las creencias que las apoyan están ligadas con las acciones, experiencias e intenciones. Así, los actores tienen una responsabilidad intelectual u obligación deontológica de alcanzar la verdad y evitar el error, porque es necesaria una evaluación ética de las acciones y de las creencias que los guían.
Para los editores de este libro, las virtudes son “disposiciones básicas de las entidades humanas hacia lo moralmente bueno y loable”. Es decir, forman parte de las capacidades de los seres humanos que, basadas en modelos cognitivos, ontológicos y epistemológicos, orientan las conductas de acuerdo con los valores compartidos por esos seres humanos. “Las virtudes no son, por tanto --afirman los editores del libro-- pasiones, sensaciones, emociones o sentimientos, ni tampoco facultades, sino modos de ser libremente adquiridos por los sujetos, a través de sensibilidad, reflexibilidad y aprendizaje”. 

El libro, de 430 páginas, consta de una introducción a cargo de los editores y nueve estudios referidos a: “Virtudes clásicas para la paz” (Francisco Muñoz y Beatriz Molina Rueda); “La paz en femenino: género, mito y valores de paz en Grecia antigua” (María Dolores Mirón Pérez); “Las virtudes en las monedas imperiales romanas” (Francisco Muñoz y Cándida Martínez López); “Paz, arte y judaísmo” (Miguel Ángel Espinosa Villegas); “Virtudes de paz en los Prolegómenos a la historia universal de Ibn Jaldún” (Ana Ruth Vidal-Luengo); “Virtudes y paz en la literatura artística. Siglos XVI y XVII” (M.ª Elena Díez Jorge); “Alegorías, sentidos y virtudes de paz como modelo social en la España del siglo XVI” (Agustín Martínez Peláez); “La reina de todas las virtudes: la justicia en el antiguo régimen según los predicadores (Inés Gómez González): y “Virtudes para una sociedad democrática avanzada” (Octavio Salazar Benítez). 

virtudesClasicas
Contactos:
  • Profesor Francisco A. Muñoz. Departamento de Historia Antigua. Instituto Universitario de Investigación de la Paz y los Conflictos. Universidad de Granada. Tl.: 958 243680 y 958 242383. Correo electrónico: fmunoz@ugr.es
  • Profesora Beatriz Molina Rueda. Departamento de Estudios Semíticos. Instituto Universitario de Investigación de la Paz y los Conflictos. Universidad de Granada. Tl.: 958 243577 y 958 248356. Correo electrónico: bmolina@ugr.es

viernes, 13 de junio de 2014

La paz como estrategia electoral. Artículo de Vicenc Fisas




De manera particular, las próximas elecciones presidenciales en Colombia, definen aspectos prioritarios para este país: la posibilidad de dar continuidad al actual proceso de negociaciones de paz con las Farc -Ep, que ha alcanzado logros significativos y sin precedentes; poder avanzar en dicho proceso, incluyendo al Eln, y logrando el esperado acuerdo final que de fin al prolongado conflicto armado; dejar atrás mas de cincuenta años de confrontación armada y su múltiple impacto destructivo; y abrir el esperanzador escenario de construcción de la paz a partir del postacuerdo, aunque se trate de un proceso largo y complejo, evidenciado así, el empoderamiento de la paz y que Colombia no está irremediablemente atado a la violencia.

Comparto a continuación, el artículo de Vicenc Fisas, investigador para la paz, experto en negociaciones y mediaciones en conflictos armados, y estudioso del conflicto armado colombiano y sus procesos de negociaciones de paz, relacionado con la paz en la coyuntura electoral mencionada:  

"Este fin de semana hay elecciones presidenciales en Colombia, en segunda vuelta, y con encuestas poco favorables al actual presidente, Juan Manuel Santos, que ha hecho de la política de paz su bandera, frente al candidato opositor, uribista, que excepto al final de la campaña había mostrado una posición contraria a la continuación de las negociaciones con las FARC que se adelantan en Cuba desde hace meses. En pocos días, ambos candidatos han jugado fuerte con sus cartas, especialmente el presidente Santos, que en la última semana ha conseguido un preacuerdo con las FARC sobre el delicado tema de las víctimas, en las que todas las partes reconocen su responsabilidad, y el más reciente anuncio de que se estaba explorando con la guerrilla del ELN, el inicio de una negociación formal.

En el mismo día, sorprendió la declaración del candidato presidencial, Óscar Iván Zuluaga, que ganó en la primera vuelta, en el sentido de que si llegara a la presidencia, continuaría con los diálogos de Cuba con las FARC, pero con condiciones más severas y plazos que garantizaran avances tangibles. Concretamente, especificó que las FARC deberían acabar completamente con el reclutamiento de menores y comprometerse con el desminado. Hasta el momento, se había opuesto rotundamente a continuar negociando con la guerrilla, por lo que su nuevo planteamiento fue interpretado como una maniobra electoral. Una semana antes de celebrarse la segunda vuelta electoral, y con las encuestas de opinión desfavorables para el presidente Santos, Gobierno y FARC sorprendieron al hacer pública una “Declaración de principios para la discusión del punto 5 de la Agenda: “Víctimas”, en la que reconocían sus responsabilidades en el conflicto y se comprometían a dar la palabra a las víctimas. Al mismo tiempo, las FARC anunciaron un cese el fuego unilateral durante la última semana de la campaña electoral.

Pero eso no es todo. Cuatro días antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, e inmediatamente después de que Gobierno y FARC sellaran el preacuerdo para abordar el tema de las víctimas, el presidente Santos anunció el día 10 que desde finales del 2013, el Gobierno mantenía contactos exploratorios con la guerrilla del ELN, con un largo encuentro de 21 días en Ecuador, en enero, y una segunda ronda en Brasil, de 20 días, además de otras reuniones de corta duración. La delegación gubernamental estuvo dirigida por Frank Pearl, ex comisionado de paz y ex director del programa de reintegración, el general retirado Eduardo Berbel, experto en negociaciones y procesos de paz, y Jaime Avendaño, veterano funcionario de la Presidencia. Por parte del ELN, asistió “Antonio García”, jefe militar de la guerrilla, junto a otros cuatro delegados, que también intervino en las malogradas negociaciones celebradas entre 2005 y 2007 en Cuba. Es considerado como un hombre duro, lo que garantiza que, de lograrse un acuerdo preliminar con el Gobierno, que no habrá disidencia en las filas del ELN. Como países garantes actúan Ecuador, Brasil y Noruega, y como países acompañantes, Venezuela, Chile y Cuba. Al parecer, la exploración no fue fácil, pues el Gobierno no aceptaba, entre otras cosas, el cese bilateral del fuego que exigía el ELN. Según algunos medios, lo más probable sería que la negociación formal se haga en Ecuador, cuyo presidente ya ha ofrecido su territorio para este menester.


Al existir avances en la agenda con las FARC, una futura negociación formal con el ELN podría pasar por aceptar los puntos ya firmados con las FARC, y quizás el abandono, al menos como primera exigencia, de la vieja aspiración del ELN de crear una Convención Nacional. Podría ser que el ELN mantuviera su interés principal en el tema del control de los recursos energéticos, tema que no está presente en la agenda de las FARC. El presidente Santos insistió en que no habría dos modelos diferentes de negociación, sino uno solo, por lo que FARC y ELN tendrán que ponerse de acuerdo en los próximos meses en relación a los temas que quedan en la agenda: el de las víctimas, que se ha empezado a discutir, y el del fin del conflicto, que a mi entender contiene un punto sumamente delicado, por la diferente posición de las dos delegaciones, relativo a la dejación de armas. Si gana Santos y hay continuidad en las negociaciones, vaticino un terremoto cuando se plantee el tema del desarme, pues las FARC no dejarán las armas sin tener garantías de que lo aprobado en las negociaciones se va a cumplir, y de inmediato tras la firma de un Acuerdo de Paz. Eso implicará a terceras instancias (países como Noruega, Cuba, Chile, Venezuela, Brasil y Ecuador), y organismos internacionales, como Naciones Unidas, que en su momento ya mostró su disposición a ayudar en el postconflicto. En cualquier caso, Colombia tiene una oportunidad de oro para terminar con 50 años de enfrentamiento con las guerrillas. Eso no comportará la paz de manera inmediata, pero se habrán sentado las bases para reforzar el papel del Estado y la oposición para transformar al país desde la democracia". 

Vicenç Fisas
(Director de la Escuela de Cultura de Paz de la UAB y autor de los Anuarios de Procesos de Paz)