domingo, 9 de septiembre de 2012

Iniciativas civiles de paz de base social, organizaciones sociales, sindicales, de mujeres, e Iglesias se manifiestan frente a las negociaciones de paz


En estos tiempos de esperanza por las posibilidades de construcciòn de paz en el ámbito específico del conflicto armado colombiano, diversos sectores se manifiestan frente a las negociaciones de paz que han decidido iniciar el Estado y las FARC. Relaciono a continuaciòn el pronunciamiento de iniciativas civiles de paz de base social, organizaciones sociales, sindicales, de mujeres e Iglesias. En él se indican requerimientos para una paz duradera, se recalca que la llave de la paz es de todos y todas, y se hace un llamado amplio, a la sociedad civil por la paz y a la sociedad en general, para que asuma un rol activo frente a las negociaciones de paz y haga tránsito "del silencio a la palabra", como señalan los indígenas del Cauca.

 


MANIFIESTO POR LA PAZ DE COLOMBIA. Un mandato Continental

LLAMADO GENERAL POR LA PAZ
Es la hora de parar la guerra
Es la  hora de la paz
Después de más de 50 años de conflicto armado en el país se vislumbra una nueva posibilidad de terminar con la violencia armada y la  guerra. El gobierno y las FARC-EP han anunciado su decisión conjunta de avanzar en un proceso de diálogo y negociación que ponga punto final al derramamiento de sangre. El ELN ha manifestado la disposición a  integrarse en este proceso.  Saludamos con esperanza y alegría estas decisiones.
¿Cómo lograr que esta paz sea duradera y estable?  Desde las organizaciones sociales de mujeres, de afrocolombianos, de indígenas, de campesinos, de niños y niñas, de artistas, de obreros, de estudiantes, de víctimas, de intelectuales, de trabajadores, de desempleados, de campesinos, de periodistas, de empresarios, de ciudadanos y gobernantes que hemos venido trabajando por la paz durante décadas enteras, creemos que  la construcción de la paz sólo es posible si se garantiza la más amplia  participación de todas las voces de la sociedad, para superar las distintas formas de violencia, la discriminación  y la exclusión en la vida cotidiana.La paz no sólo es un acuerdo entre actores armados: es una participación entusiasta, una conquista social de un derecho fundamental.
Es duradera la paz construida con transformaciones que hagan realidad el Estado Social de Derecho y le den vida a los principios de respeto a la dignidad humana, la vigencia de la solidaridad, del reconocimiento a la diversidad, del carácter pluriétnico y multicultural y el pleno reconocimiento a la equidad e igualdad de género. La construcción de la paz integral y sostenible sólo es posible si la sociedad se compromete a un desarrollo desde la equidad y en relación armónica y respetuosa con la naturaleza.
La agenda pactada y los compromisos que de ella se deriven tendrán que darle cabida a las agendas y pactos de la sociedad entera,  construidos desde los movimientos y las organizaciones que reclaman ser refrendados en los escenarios de la democracia. Permitir que las aspiraciones de la sociedad se manifiesten en el marco de las negociaciones, es otorgarle una verdadera legitimidad al proceso y sienta las bases para una paz sostenible.

Este Manifiesto por la Paz se ha gestado al unísono con el levantamiento y la resistencia civil de los pueblos indígenas del Cauca que exigen el retiro de la guerra de sus territorios, el respeto a sus derechos territoriales y culturales, de autonomía, consulta,  identidad, dignidad y respeto a las normas del Derecho Internacional Humanitario; estas demandas también se escuchan desde el Pacifico, el Caribe, Arauca, el Catatumbo  y  Colombia entera.
Hemos insistido y volvemos a insistir: este proceso de Paz debe tener un capítulo de diálogos regionales que nos permitan participar con autonomía y voz propia en este nuevo escenario de Paz;  no sólo Noruega y Cuba, sino nuestros territorios en  el Cauca y en general los territorios ancestrales son escenarios para la paz; los seguimos ofreciendo con este propósito.
Llamamos a los gobiernos latinoamericanos, a los movimientos sociales en todo el continente a rodear y cuidar entre todos este proceso, a exigir que esta vez la Paz sea una realidad, pues la guerra también los afecta.
Es hora de la movilización, de la acción colectiva en calles, plazas, caminos, tribunas, foros y puntos de encuentro. Es el momento de crear  los espacios para la  participación y concertación.  Que se cumpla la palabra; que se llegue pronto al cese de hostilidades, que se acabe con  el paramilitarismo y el narcotráfico, que se silencien  las armas destructoras; que se le dé oportunidad a la verdad histórica, a las memorias y a los derechos de las víctimas, que la democracia y la vida  florezcan en Colombia y América como lo han soñado todos los  precursores y luchadores por la independencia y la libertad.
Llamamos a todos los colombianos y colombianas a disponerse a aportar a esta posibilidad de paz; la llave de la paz nos pertenece, las puertas de la paz están abiertas, la responsabilidad de la paz es de todos, de todos el esfuerzo. Que nadie se quede en silencio. 

Asociación Minga
Asociación de Cabildos del Norte del Cauca-ACIN
Consejo Regional Indígena del Cauca- CRIC
REDEPAZ
Agenda Caribe
La Fundación Manuel Cepeda Vargas
Grupo M de Memoria
Congreso de los Pueblos, Minga Social y Comunitaria
Colombianos y Colombianas por la Paz
Comosoc
Iglesia Presbiteriana
Iglesia Luterana
Semana por la Paz
Red Universitaria por la Paz
Partido Comunista Colombiano
Poder y Unidad Popular
Fuerza Común
Movimiento por los Derechos del Pueblo
Unión Sindical Obrera
Ruta Pacifica de las Mujeres
Corporación Humanas
Casa de la Mujer
Periódico Desde abajo
Reexistencia
Comité de Solidaridad con los Presos Políticos
Corporación Ensayos
PCS
Asociación  Nomades
Coordinador Nacional Agrario –CNA
Colectivo de Mujeres Excombatientes de la Insurgencia
Paz con Dignidad
Proyecto Puentes para la Paz
Iglesia Menonita/Justapaz
Espacio regional de paz del Cauca
Comunitar
CIMA
Movimiento Campesino de Cajibio
Iapes-Ofb
Centro de Promoción y Cultura
Instituto Nacional Sindical
Corporación Colombiana de Teatro
CISCA
Confluencia de Mujeres para la Acción Pública
Comité de Mujeres Corteras de Caña
Afrorexistencia
Sintraunicol
Providas
Mujeres de los asentamientos Brisas de Navarro y Brisas de  Córdoba
Grupo de Mujeres de Triana
Memoria y Palabra
Proceso Nacional Identidad Estudiantil

Notas:

1. En la foto, indígenas, afrodescendientes y campesinos, representantes de diversas iniciativas civiles de paz de base social, que asistían a un encuentro nacional, realizado en el marco del Proyecto: Fortalecimiento de iniciativas y comunidades de paz de base social, generado y jalonado por Pensamiento y Acciòn Social PAS-, Diócesis de Quibdó, Fundaciòn Cultura Democrática  FUCUDE-, y Universidad Autónoma de Bucaramanga, a traves de su Instituto de Estudios Políticos -IEP
2. El manifiesto lo recibí por correo enviado por Reexistencia Activa 

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Negociaciones de paz: valiosa oportunidad para resolver el conflicto armado y superar el limbo: ni paz ni guerra del todo, ni derrota del adversario ni acuerdos de paz

Doce años después de la experiencia de negociaciones de paz del Caguan, durante el gobierno de Andrés Pastrana; el Presidente Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC han anunciado ayer la iniciación de un proceso de negociaciones de paz que busca poner fin o resolver en forma definitiva el conflicto armado de este país y generar condiciones para una paz estable y duradera. 

Constructores de paz, estudiosos de la paz, la sociedad civil por la paz, y las Iglesias, celebramos hace un par de semanas los diálogos exploratorios para la realización de un proceso de paz entre el Estado y las Farc, y mucho mas ayer, con el anuncio sobre el acuerdo entre los mismos para el inicio de las negociaciones de paz. La solución negociada de este tipo de conflictos siempre ha representado la mejor alternativa, la menos costosa y la que ofrece mayores posibilidades para la transformación del mismo. La solución militar de los conflictos armados genera exorbitantes costos de toda naturaleza, incontables pérdidas, crecientes víctimas y efectos invisibles, como los odios y los deseos de venganza, que alimentan el histórico ciclo de producción y reproducción de esta modalidad de violencia.

Este conflicto que ha alcanzado más de cincuenta años de duración y es considerado en la actualidad como el más antiguo del mundo, hasta el momento se ha mantenido en este país en un limbo: ni paz ni guerra del todo, ni negociaciones de paz ni derrota del adversario. Su complejidad, larga duración, impacto múltiple, y la capacidad de sus actores para adaptarse a los cambios y recuperarse, han tornado esquiva la resolución o transformación del mismo. No obstante, distintas voces, el movimiento por la paz y especialmente las iniciativas de paz de base social han persistido, en unos momentos más que en otros, en buscar y proponer alternativas para su solución pacífica. 

Este proceso de negociaciones de paz inicia con condiciones favorables, que deben aprovecharse de la mejor manera posible, para que puedan alcanzar el objetivo propuesto: 
  • Se cuenta en la actualidad con un importante acumulado de experiencia en negociaciones de paz y valiosos aprendizajes de procesos de construcción de paz, especialmente de iniciativas civiles de paz de base social.
  • En forma generalizada, la violencia ha dejado de percibirse como el método mas idóneo para transformar la realidad. 
  • La insurgencia ha tenido épocas donde la correlación de fuerzas ha estado a su favor (desde la década de los 80 hasta el 2002), pero tambien otras (2002 - 2010), en  las que ha sido evidente que la correlación de fuerzas ha favorecido a la Fuerza Pública. Esta realidad ha mostrado que los actores armados no son invencibles.
  • El Estado ha constatado que por más eficaz que pueda ser una política pública, por el carácter dinámico de los conflictos armados, los actores del mismo pueden recuperarse del impacto de dichas políticas y dinamizar su capacidad ofensiva, tal como ocurrioó con la política de seguridad democrática. Ello ha evidenciado que la seguridad soportada en la fuerza militar no es infalible.
  • El Estado ha constatado que no es fácil derrotar a la insurgencia y a su vez la insurgencia ha constatado que no cuenta con las condiciones para el triunfo revolucionario propuesto en el momento de su emergencia.
  • Por primera vez en la historia de las negociaciones de paz, se ha abierto un espacio para una participación activa de la sociedad civil por la paz y esto da más fuerza y legitimidad al proceso. Timoleón Jimenez, conocido como "Timochenko", comandante general de las FARC, ha mencionado en el discurso en el que dió a conocer el acuerdo de iniciación del proceso de paz, que la llave de la paz no la tiene el gobierno ni tampoco la guerrilla, que ella está en manos del pueblo. A su vez, las iniciativas de paz de base social, auténticas experiencias de construcción de paz desde la base y lo local, como los procesos indígenas, afros, campesinos, de mujeres, jóvenes y víctimas que se han conformado en Colombia, han manifestado de diversas maneras que por su experiencia, los logros alcanzados y por representar los sectores que más han soportado el impacto de este conflicto, ellos deben estar en la mesa de negociaciones de paz.
  • Dado que el Eln también ha expresado su voluntad de iniciar un proceso de negociaciones de paz, sería posible integrar a los movimientos insurgentes en las negociaciones que han iniciado, logrando una negociación con los dos movimientos insurgentes vigentes, sin tener que recurrir a negociaciones parciales.
  • Distintos sectores: los partidos políticos, las altas cortes del poder judicial, el Congreso, la sociedad civil por la paz, las Iglesias, países amigos, organismos intergubernamentales y un alto porcentaje de opinión nacional han expresado su apoyo al proceso de negociaciones de paz. Esto legitima el inicio de las mismas.
La experiencia acumulada que han dejado los procesos de negociaciones de paz realizados desde 1982, en tiempos del gobierno de Belisario Betancur; los aprendizajes de las experiencias de construcción de paz generados y jalonados por la sociedad civil por la paz; los hallazgos de la investigación para la paz; y el referente de las negociaciones de paz realizadas en conflictos armados internos de otros países,  han dejado importantes enseñanzas:
  • No debe confundirse el proceso de construcción de paz con las negociaciones de paz. La construcción de la paz implica un proceso complejo, de largo plazo, mucho más amplio que las negociaciones de paz.
  • Las negociaciones de paz son muy relevantes para la paz de este país, pero los acuerdos que finalizan estas negociaciones no generan por si solos la paz. Ellos son muy importantes, pero no puede perderse de vista que solo representan el comienzo de una etapa posterior de gran transcendencia: la de materialización de los acuerdos.
  • La importancia de tener en cuenta no solo los aprendizajes de los logros de pasadas negociaciones de paz, sino principalmente los de sus dificultades y frustraciones.
  • Es importante la participación en la mesa de negociaciones de  paz de miembros activos de la Fuerza Pública por su condición misma dentro del conflicto armado.
  • Es importante también la participación de experiencias de construcción de paz de base social en la mesa de negociaciones de paz. Ellas cuentan con valiosa experiencia y aprendizajes como constructoras de paz y mediadoras en este conflicto.
  • Es muy relevante que en forma paralela al desarrollo del proceso de paz se ambiente dicho proceso para que los distintos sectores de opinión y la sociedad civil en general no pierdan la sintonía con el mismo, para que no se deslegitime, aún en los momentos normales de estancamiento de dicho proceso.
  • Entender que el acuerdo de paz, producto de las negociaciones de paz toma su tiempo, que no está a la vuelta de la esquina, así represente para todos un importante anhelo.
  • Es fundamental que dentro del curso de las negociaciones de paz se avance en acuerdos, así solo tengan un carácter temporal, de treguas o altos al fuego, dado que negociar en medio de las hostilidades, lo cual es comprensible en los inicios de estas negociaciones, puede amenazar el proceso de paz.
  • Parece fundamental tener en cuenta la región y lo local, dado que es allí donde se ha expresado con intensidad el conflicto y tambièén donde se han realizado procesos valiosos e interesantes de mediación en el conflicto armado y construcción de paz, que no pueden desconocerse. Sería importante superar la ruptura entre el ámbito nacional y regional de la negociaciòn.
  • Es primordial el rol de los medios de comunicación, ellos tienen un importante potencial para ambientar el proceso de paz, pero también para deslegitimarlo. 
Hemos avanzado de los diálogos exploratorios al acuerdo para el inicio de las negociaciones de paz, contamos con los aspectos favorables ya mencionados, pero el reto en inmenso, compete a todos, y no puede perderse de vista la dificultad que entrañan las negociaciones de paz de los conflictos armados, no siendo posible imaginar que será este un camino de miel y mermelada, y que el acuerdo final está a la vuelta de la esquina. Esta realidad no debe perderse de vista.

Esperamos que el Presidente Juan Manuel Santos y el Comandante de las Farc, Timoleón Jimenez, "timochenko",  no pierdan de vista sus afirmaciones de ayer, relacionadas con su voluntad de dar solución definitiva y pacífica a este conflicto, y que puedan hacerlas realidad.


Notas:
  • Obra de la artista visual, Clemencia Hernández, titulada: "ventana a un sueño". Ojala las negociaciones de paz sean la ventana al acuerdo de paz largamente deseado en este país.
  • En la foto inferior se registra la demanda de negociaciòn polìtica en una movilizaciòn social efectuada en este país.

lunes, 3 de septiembre de 2012

El Instituto de Estudios Polìticos de la Unab Inició Maestría en Ciencia Polìtica


El pasado 29 de agosto, el Instituto de Estudios Polìticos de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, en adelante UNAB, dió inició a su Maestría en Ciencia Política. Se inscribieron en ella 21 estudiantes procedentes de distintas localidades de Santander y de los departamentos del Cesar, Bolívar, Atlantico y Norte de Santander. Además, se destaca la participación dentro de la misma, de la Universidad de Salamanca de España, dado que como producto de un convenio interuniversitario, uno de los módulos de la maestria está a cargo de 4 de sus docentes, quienes visitaran esta ciudad con dicho propósito académico.

La maestia la inició el académico Manuel Alcántara Sáez, ex vicerrector de la Universidad de Salamanca, Catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas de la misma, director del doctorado en Ciencia Política de esa universidad española y doctor honoris causa en varias universidades latinoamericanas. En esta visita a Colombia, presentó el libro: El oficio de Político, en la Universidad de los Andes, y recibio un cálido homenaje en la Universidad Nacional. En Bucaramanga, gozó de la simpatia y acogida de directivos de la Unab y de los estudiantes a su cargo.

Este programa de formación es pionero en el oriente de Colombia y tendra dos años de duración. Cuenta con un ciclo básido, en el que se desarrolla el módulo de teoría política, que está integrado por las asignaturas de: ciencia polìtica e ideologías polìticas, justicia y democracia, y teorìas de la representacion y teorías de la democracia. También con un ciclo de profundizaciòn, compuesto por 3 módulos; y un ciclo metodológico. Debo destacar que el mòdulo IV del ciclo de profundización, incluye las asignaturas de: "estudios de paz" y "Manejo de conflictos", previsto desde el compromiso con una academia que aporte al proceso de construcción de la paz de este país. De muchas maneras la maestria es producto del trabajo de los 3 grupos de investigación con los que cuenta el Instituto de Estudios Políticos de la Unab: Ciencia Política, Instituciones Políticas y Opinión Pública, y Democracia Local, dado que ellos hicieron ver la importancia de dicha formación para la región y especialmente su población. A su vez, esta maestría evidencia el liderazgo que la Unab ha alcanzado a nivel regional y nacional como institución docente proactiva y propositiva.

La maestría cuenta con una muy buena nómina de docentes e investigadores. Entre ellos, a nivel internacional: Manuel Alcantar Sáez, Elena Martinez Barahona, Mercedes García Montero y Sebastián Linares de la Universidad de Salamanca de España. A nivel nacional: Pedro Valenzuela Gruesso de la Pontificia Universidad Javeriana, Jaime Zuluaga Nieto y  Margarita Celina Batlle de  la Universidad Externado de Colombia, y Fabui Sanchez Cabarcas de la Universidad Sergio Arboleda, Elsy Luz Barrera de la Escuela de Administración Pública de Bogotá, y Jerónimo Ríos Sierra. A ellos se agregan: Gonzalo Alberto Patiño Benavides de la Universidad Industrial de Santander, Esther Parra Ramirez de la Escuela de Administración Pública de Bucaramanga, y Lya Fernandez de Mantilla, Jose Ricardo Puyana, Doris Lamus Canavale, Roberto Sancho Larrañaga, Julio Eduardo Benavides Campos, y quien escribe este artículo, de la Universidad Autónoma de Bucaramanga.

Felicitaciones especiales a Lya, directora del Instituto, por el esfuerzo comprometido al sacar adelante el proyecto de la Maestria, y a Lya, Oscar Rodriguez su asistente y Carlos Andres Estupiñan por el maravilloso trabajo que realizaron para que esta primera sesión fuera impecable. A la Facultad de Derecho, la dirección de postgrados y la Unab en general, por el acierto de aprobar esta maestría.

Notas:

1. En la foto superior, de izquierda a derecha: Jose Roberto Sancho, historiador de la Universidad de Zaragoza, que reside en Bucaramanga y es docente de la Unab; quien escribe este artículo; Julio Eduardo Benavides Campos, historiador peruano, que reside en Bucaramanga y es docente de la Unab; Lya Fernandez de Mantilla, directora del Instituto de Estudios Políticos de la Unab, y Manuel Alcantara Saéz, catedratico de la Universidad de Salamanca. Compartimos en el cocktail de bienvenida.
2. En la foto inferior, de derecha a izquierda: Jackeline Vargas del Iep de la Unab, Lya Fernandez de Mantilla del Iep la Unab, Manuel Alcantara Saéz de la Universidad de Salamanca, Juan Carlos Acuña director de postgrados de la Unab, y quien escribe este artículo. Aqui compartimos un almuerzo en el Hostal.