domingo, 29 de julio de 2012

La postura de los indìgenas del Cauca lleva a reflexionar sobre la distancia entre el discurso de la paz y la práctica de la construcciòn de la paz


    Los indígenas del Cauca, los Nasa, para el caso que nos ocupa, no dejan de sorprendernos con sus valiosas propuestas de construcciòn de paz. Por lo menos así las registramos quienes nos ocupamos del estudio de la paz y de su construcciòn. No obstante, debo aclarar que en mi caso, asumo la paz como una realidad inacabada o en permanente construcciòn, evidenciada en la gestiòn o transformaciòn pacífica de los conflictos, garantías para la vida digna, y en permanentes mediaciones y empoderamientos pacifistas en contextos donde se expresan diversas violencias, entre otras (1). No concibo, al igual que mis colegas imperfectólogos, una paz perfecta, acabada, de miel y mermelada, lejana totalmente de la condiciòn humana y de la realidad (2).

      En sus procesos de aprendizaje, conocimiento y proyección, las culturas indígenas no enfatizan o se centran en la teoria; sino que asumen el conocimiento y la realidad desde la práctica y en forma comunitaria. Los Nasa lo expresan en máximas como: "aprender haciendo", "aprender de las equivocaciones" "la palabra sin acciòn es vacía" y "aprender siguiendo la huella de los antepasados", entre otras (3). En este sentido, cuando se compromenten con la ARMONIA, palabra que en Nasayuwe podria ser el equivalente a la palabra PAZ, no lo hacen solo desde un discurso, sino como una propuesta práctica. Así se refleja en todas esas interesantes propuestas que hemos registrado en las últimas tres o cuatro décadas: "La Maria, territorio de convivencia, diálogo y negociaciòn", "la protección de la madre tierra", "la movilizaciòn de la palabra", y por estos dìas, "la desmilitarizaciòn de los territorios indígenas por parte de todos los actores armados que hacen presencia en él, sean legales o ilegales". Además, lo asumen teniendo clara esa condiciòn de pueblos, delineada por esos elementos fundamentales que los definen como tales: autonomìa, territorio, autoridades propias, y  propuesta política e ideológica propia.


Destacaría ademàs, que antes que la Constituciòn Política de 1991, reconociera el derecho y el deber de la paz, en los siglos XVII y XVIII,  líderes históricos como la Cacica Gullumús y el Cacique Juan Tama, ya enseñaban el poder pacífico transformador del diálogo y la negociaciòn política, que en ese momento se concreto con el acuerdo realizado con la Corona Española, mediante el cual ésta reconoció la titularidad indígena sobre sus territorios ancestrales (4).

   La propuesta del movimiento indígena del Cauca, de su zona norte, de desmilitarizaciòn de los territorios indígenas, no ha alcanzado hasta el momento un buen recibo por parte del gobierno y de algunos sectores de la población civil. Habria algunas respuestas explicativas de esta realidad: en este país se sigue percibiendo y asumiento el conflicto armado sólo desde lógicas militares o de guerra y no en clave de construcciòn de paz; Colombia sigue muy polarizada en torno de la paz y la terminaciòn del conflicto mencionado; el derecho y el deber a la paz es solo un enunciado constitucional; y es urgente hacer tránsito del discurso que convoca a la paz a las acciones concretas en torno de la construcciòn de la paz.

   Bajo estas premisas, la propuesta indígena de desmilitarizaciòn de sus territorios, no es pecibida de manera propositiva, sino con desconfianza, estigmatizaciòn, excepticismo y con gran desconocimiento de la labor de construcción de paz que los indígenas del Cauca han realizado en las últimas tres décadas.

  Son diversas las razones que generan la propuesta indígena mencionada: por un lado, la necesidad extrema de defensa generada por el alto impacto del conflicto armado sobre los  indígenas del norte del Cauca, evidenciada por ejemplo en los 489 ataques a Toribío en medio de combates entre la insurgencia y la Fuerza Pública asentada en el casco urbano; y por el otro, su empoderamiento como constructores de paz, a través de su resistencia noviolenta y su ejercicio de mediaciòn en el conflicto armado, las dos con resultados positivos, reales y palpables, todos ellos relacionados con la protecciòn perfectible de la vida en su comprensiòn mas amplia, de su territorio ancestral, sus culturas y su autonomìa.

    Los indígenas del Cauca, en forma específica los Nasa de la Zona Norte, para el caso que nos ocupa, estan cansados de padecer el conflicto armado, entienden desde la manera como asumen los conflictos, que deben intervenir en este conflicto en forma oportuna, antes de que se haga tarde, y lo hacen desde el mandato de sus comunidades y con el poder de la palabra, la acciòn noviolenta y la mediaciòn. Asumen además, que cuentan con autoridades, territorio, y propuesta propia, y que con su Guardia Indígena pueden ejercer el control de sus territorios. Bajo estas percepciones asumen que sus territorios deben desmilizarizarse, sin Fuerza Pública y sin Insurgencia.

    Si se tiene en cuenta que la estrategia militar de los últimos gobiernos en el Cauca no ha dado los resultados esperados, y que por el contrario se ha generado un escalamiento del conflicto armado con altos costos, especialmente para las poblaciones indígenas, ¿porque no abrir espacios para una propuesta noviolenta como la de desmilitarizaciòn del territorio formulada por los indigenas del Cauca? En igual forma me pregunto: ¿porque la sociedad civil por la paz y el movimiento nacional e internacional por la paz no rodea y apoya de manera mas decidida la propuesta indígena en menciòn?

Lederach indica que la construcciòn de la paz requiere altas dosis de creatividad y avanzar del terreno demaciado conocido de las violencias hacia la construcciòn de acuerdos para el cambio constructivo. Desde esta sabia perspectiva, es urgente el diálogo abierto, respetuoso y constructivo entre el gobierno y los indígenas,  y la interlocuciòn entre estos y los actores armados, en favor de su propuesta de desmilitarizaciòn del territorio. Ademàs, tener en cuenta que el derecho y deber constitucional del la paz implica oponerse pacíficamene a todas las modalidades de violencia, intervenir sin violencia en la búsqueda de soluciòn pacífica de los conflictos, no hacer parte de grupos armados,  y por supuesto, abogar por formas de seguridad noviolentas y la desmilitarizaciòn de los territorios y la sociedad civil, entre otras.

NOTAS:
1. Este concepto de paz hace alusiòn al enfoque de paz imperfecta generado por Francisco Muñoz, catedrático de la Universidad de Granada.
2. Ibídem.
3. Tomado de: Hernandez Delgado E., (2004), Resistencia civil artesana de paz. Experiencias indígenas, afrodescendientes y campesinos, Bogotá, Editorial Universidad Javeriana.
4. Tomado de: Hernandez Delgado E., (2012), Intervenir antes que anochezca. Mediaciones, intermediaciones y diplomacias noviolentas de base social en el conflicto armado colombiano, Bucaramanga, Colombia, Editorial la Bastilla.
5. Todas las fotos fueron facilitadas por el Consejo Regional Indígena del Cauca CRIC, tomadas de sus archivos.

martes, 10 de julio de 2012

Sek Buya´s o ceremonia de sol en Jambalo



Los indígenas del Resguardo de Jambaló registran un movimiento indígena, un plan de vida y un proceso de resistencia indígena fuerte, sólido y con logros importantes y perfectibles. Algo que los destaca son sus posturas pioneras o de vanguardia sobre distintos aspectos relacionados con el movimiento indígena y sus procesos, generalmente de resistencia. Fue allí donde se expidió por primera vez la resoluciòn de autonomìa de las autoridades indígenas, que recogio su postura de resistencia indígena; allí se generó la concepción contemporánea de la Guardia Indígena; y ahora se ubican también dentro de los primeros resguardos que por mandato de la asamblea comunitaria han sustituido el calendario gregoriano para adoptar el calendario indígena, profundizando así el proceso de reencuentro y recuperaciòn con sus raíces culturales. 

El calendario indígena comienza el 22 de junio de cada año, a partir de la ceremonia del sol que marca el cierre del año que se va y el comienzo del nuevo. Este calendario se rige como todo lo indígena por los ciclos de la naturaleza y lo agricola.

La ceremonia del sol o SEK BUYA´S nos convoco este año, del 19 al 22 de junio, en la vereda Loma Gorda de Jambaló y estuvo orientada por Mariano Pilcue, quien estuvo a la cabeza de las autoridades espirituales. Para la realizaciòn de la misma, las autoridades espirituales y las temporales trabajan fuertemente, en un periodo de preparaciòn de la ceremonia, buscando garantizar que ella se realice de la mejor manera posible, avanzando cada vez más. Fue un evento muy alegre y concurrido,que conto con una gran participaciòn de jóvenes, denotando la preocupaciòn de las autoridades, porque l@s jóvenes conozcan más y asuman lo propio de sus culturas.

Sek Buya´s se realiza en un sitio sagrado, de acuerdo con su cosmovisión o forma de entender y ordenar el mundo; y a lo largo del ritual se evidencia la estrecha relación de los indígenas con la naturaleza, especialmente con el agua y el sol. Un elemento central son las piedras sagradas, identificadas de manera especial por las señales de la naturaleza. Ellas representaban a Uma, la mujer que teje la vida; a Tay, el hombre que crea la vida; y al trueno.

Durante la ceremonia hay espacio para la reflexión profunda en la noche oscura, a campo abierto, bajo las estrellas y con la conducción de las autoridades espirituales a lo largo de la armoniazaciòn. Luego, a la media noche, viene el encuentro con el agua mediante el baño en el lugar sagrado, y al amanecer el ascenso a la cúspide de la montaña y el desenso con danza para recibir los primeros rayos del sol. Luego, durante el día siguiente, el primero del año, viene la posesion de las autoridades de los cabildos, otros rituales y las jaulas, que son figuras elaboradas con melcochas, que los participantes deben tratar de coger para compartir con los niños y las niñas. 


En esta ocasión como en otras anteriores, pude percibir la riqueza de las culturas indígenas, lo valioso que hay en ellas y lo interesante de los intercambios culturales. A su vez pude disfrutar de los bellos paisajes, de la armonía de la naturaleza, del interesante mundo indígena, y me considere privilegiada al poder compartir con ellos la maravillosa "Ceremonia del Sol", cerrar y comenzar con ellos su nuevo año, y ser partícipe de los nuevos alcances de su proceso de resistencia indígena, relacionada con el reencuentro con sus raices culturales, sus tradiciones y sus ritos.

En la ceremonia se reflexiono muchas veces sobre la importancia de rescatar y fortalecer la cultura, su incidencia en la unidad de sus procesos, y se valoro de manera muy especial el trabajo en unidad entre las autoridades espirituales y temporales, y la disposiciòn de la comunidad para caminar la palabra y sembrar los procesos de la mano de sus autoridades y siguiendo la huella de sus ancestros.
En la Ceremonia del Sol estuvieron las comunidades y autoridades del Cabildo de Jambaló, las autoridades del Consejo Regional Indígena del Cauca  -CRIC-, las de la experiencia zonal de la ACIN, las autoridades de Resguardos vecinos, e invitados como quien escribe este artículo.
La ceremonia del sol se realizo en medio y a pesar de las violencias, y especialmente del escalamiento del conflicto armado, que por esos dìas no era tan agudo, aunque en algunos momentos es mas intenso, como en estos días en todo el norte del Cauca. No obstante, la resistencia indígena enseña que la vida  y los procesos comunitarios indígenas siguen, a pesar de los  hostigamientos y del fuego cruzado, en medio de una confrontación armada que los indígenas indican no han generado ellos, aunque si soporten su mayor impacto. 

Ellos siguen trabajando en favor de la vida, en su comprension mas amplia, de sus culturas, su convivencia armónica, su territorio y su autonomia; siguen la huella de sus mayores y las orientaciones de sus autoridades; se mantienen unidos; y creen que la palabra y la mediaciòn desde el diálogo puede contribuir a abrir caminos de entendimiento y solucion.

NOTAS:

  • En la foto superior, se prepara el territorio que recibira las piedras sagradas.
  • En la foto siguiente, en orden descendente, se translada una de las piedras sagradas al sitio sagrado.
  • En la foto siguiente, en el mismo orden, una mujer lleva en su espalda su hijo, porque alli participan todos: hombres, mujeres, niños y mayores.
  • En la foto siguiente, en el momento en que las piedras sagradas se siembram.
  • En la foto siguente, las ofrendas de luz en el sitio sagrado.
  • En la foto siguiente, al amanecer, la comunidad, encabezada por la autoridad espiritual que representa Mariano Pilcue, y acompañada por quienes tocan los tambores y las flautas, danza  para recibir los primeros rayos del sol.

lunes, 2 de julio de 2012

Visita de Paco Muñoz y Juan Manuel Jimenez a Colombia

En una estancia corta, del 1 al 9 de junio estuvieron en Colombia Paco y Juanma. Vinieron en desarrollo de actividades académicas y repartieron su tiempo entre Bogotá y Cali. Como siempre, fue muy grato encontrarnos, intercambiar ideas y ponernos un poco al día en nuestras actividades. El tiempo fue muy corto y las distancias muy amplias, pero aún así, nos encontramos muchas veces y fue muy agradable. 
Nos une el común interés por la paz, la amistad que hemos construido con el transcurrir del tiempo, y nuestra identificaciòn con la paz imperfecta que Paco ha generado y que nos convoca en nuestro grupo de investigaciòn. Paco es nuestro maestro y amigo; y juanma es nuestro colega en el grupo de investigaciòn: Paz imperfecta y conflictividad, y a mi me encantan sus estudios sobre prehistoria.
Las tertulias entre nosotros son muy interesantes y parecen no encontrar fin entre risas y debates apasionados sobre diversos temas en los que identificamos coincidencias y normales diferencias. Bueno, creo que esas diferencias nos enriquecen y nos hacen ratificar ese gusto por la paz imperfecta que nos recuerda siempre la complejidad de la condicion humana y del vivir, y esa realidad ineludible de considerar la construcción de la paz a partir de las diferencias.

Notas:
  • En la foto superior, compartímos en el Restaurante de la Mar, de comida peruana, al que nos invito Carlos José. De izquierda a derecha: Carlos José Herrera, Karol, Juanma, quien escribe este artículo y Paco.
  • En la foto inferior, paseabamos por la bella Candelaria. De izquierda a derecha: Paco, Carlos José y Juanama.

domingo, 1 de julio de 2012

Lanzamiento del libro: Intervenir antes que anochezca.

En Bogotá, el 23 de mayo del presente año, en el piso noveno del Edificio Gabriel Giraldo de la Pontificia Universidad Javeriana, distintos sectores relevantes para la paz se congregaron para presentar el libro: Intervenir antes que anochezca. Mediaciones, Intermediaciones y Diplomacias noviolentas de base social en el conflicto armado colombiano. Estaban allí representantes de la academia, la cooperaciòn internacional, Organizaciones No Gubernamentales, y diversos constructores y constructoras de paz, estos últimos, protagonistas del libro en menciòn.



El libro recogió la investigaciòn para la paz, generada y desarrollada por el Instituto de Estudios Políticos de la UNAB, cuyo objeto se centró en identificar, recoger y hacer visibles, las lecciones de construcciòn de paz de experiencias de mediaciòn en el conflicto armado colombiano. A su vez, esta investigación fue uno de los componentes de un proyecto macro o mas amplio, apoyado por la Unión Europea, que buscaba aportar al fortalecimiento de iniciativas y comunidades de paz desde la base y a la generación de condiciones favorables para la paz. Este proyecto macro fue gestado y dinamizado por cuatro organizaciones aliadas: Pensamiento y Acción Social -PAS-, organizaciòn proponente del mismo, la Diócesis de Quibdó, FUCUDE y la UNAB a través de su Instituto de Estudios Políticos.


El lanzamiento del libro fue tan participativo como la investigaciòn. En un primer momento, hicieron uso de la palabra, Irma Garcia de PAS y Marcela Salazar Posada de la Comisiónn de la Unión Europea para Colombia y Ecuador; y en el segundo momento la autora del libro hizo una intervenciòn en la que destaco aspectos relevantes de la investigación realizada y algunos hallazgos, y Pedro Valenzuela, director del Departamento de Ciencia Política de Facultad de Ciencias Políticas de la Pontificia Universidad Javeriana, realizo su intervención como comentaristas del libro. En un tercer momento, experiencias comunitarias locales como la ATCC, COCOMACIA y la Asamblea Popular Constituyente de Micoahumado, hicieron uso de la palabra en su condiciòn de protagonistas del libro para referirse a aspectos centrales de su experiencia de mediación y a la investigaciòn realizada. En el cuarto y ultimo momento, experiencias nacionales como la Diócesis de Quibdó, la Asociación Colombiana de Familiares de la Fuerza Pública Retenidos y Liberados por Grupos Guerrilleros - ASFAMIPAZ, y de la Iglesia Menonita.
Al finalizar el evento, todos estabamos muy contentos y habia muchas razones para ello: el libro habia visto la luz, luego de un largo periodo de 2 años y 3 meses; el proyecto macro habia finalizado con todas las tareas realizadas, y principalmente, quedaba claro, que los protagonistas del libro ofrecian un modelo de mediaciòn en el conflicto armado colombiano con significados propios, diversos alcances comprobables, y con un perfil de mediadores muy interesante y distinto del tradicionalmente concebido. En él, la mediación es un proceso y al mismo tiempo una practica de resolución pacífica de conflictos; los terceros mediadores no son externos y ajenos al conflicto referido, sino internos e involucrados en el mimo, en condiciòn de afectados por este conflicto; quienes median intervienen por derecho propio y por ende, sin pedir permiso ni la aceptación de los actores armados; y l@s mediador@s, son elegidos por los colectivos que representan, tienen un mandato específico para mediar, y al asumir su labor saben que lo hacen en representación de sus pueblos, comunidades, Iglesias, u organizaciones según el caso. A su vez, se media desde la región o lo local, principalmente para buscar entendimiento y acuerdos que logren resolver la problemática que el conflicto armado ha generado sobre estas experiencias, y mediante diálogos con poder transformador, porque todos coinciden al reconocer que la única vía de solución posible del conflicto en referencia es la pacífica y por ende, la negociada.
El libro enseña la importancia de intervenir para resolver pacíficamente los conflictos, haciendolo en forma oportuna, en el presente, antes que anochezca. Tambien, la relevancia de los diálogos, la región y lo local, y del poder pacífico transformador que se anida en los protagonistas del mismo. A su vez, reconoce los escenarios de construcción de paz de este país y ofrece múltiples evidencias de la historia de la paz de este país.

Notas:
  • En la foto superior, de izquierda a derecha: Mary Correa, correctora de estilo del libro;  Diana Cicela Areníz, asistente de la investigación; Lya Fernandez de Mantilla, directora del Instituto de Estudios Polìticos de la Universidad Autónoma de Bucaramanga -UNAB-; Yezid Beltran de Pensamiento y Acción Social -PAS-; la autora de libro y de este artículo; Imer Perea de Cocomacia;  Neyla Hernandez de la Fundación Cultura Democrática -FUCUDE-, el Pastor Pedro Stucky de la Iglesia Menonita; Irma García Heredia, directora de PAS, organización proponente; Marcela Salazar Posada de la Delegaciòn de la Uniòn Europea para Colombia y Ecuador; Arisolina Rodriguez de la Asamblea Popular Constituyente de Micoahumado; y Donaldo Quiroga de la Asociaciòn de Trabajadores Campesinos del Carare -ATCC-. Foto tomada por el periodista Pastor Virviescas G.
  • En la foto intermedia, Pedro Valenzuela, la autora del libro y los participantes al evento. Foto tomada pro Juan Manuel de la Fundaciòn Chasquis.
  • En la foto inferior, de izquierda a derecha: Lya Fernandez de Mantilla, directora del Instituto de Estudios Polítiocos de la UNAB; la autora del libro; y Diana Areniz, asistente de la investigaciòn.