domingo, 25 de abril de 2010

Encuentro sobre Construcción de Paz acompañado y dinamizado por Lederach

Con el apoyo de CORDAID, y la convocatoria de la Pastoral Social, la Iglesia Menonita, y Justapaz, entre otros, los días 23 y 24 de abril, se realizó en Bogotá el II Encuentro de construcción de Paz 2010, que estuvo acompañado y dinamizado por el académico John Paul Lederach, considerado como una autoridad sobre el tema en el mundo, por sus conocimientos y prácticas en torno del mismo. El evento contó con la participación de experiencias nacionales y locales de construcción de paz de la Iglesia Católica y las Iglesias cristianas y evangélicas, y de experiencias comunitarias emblemáticas como la Asociaciòn de Trabajadores Campesinos del Carare -ATCC-, Nobel alternativo de paz en 1991.

El propósito del encuentro:"consolidar espacios de diálogo colectivo hacia el desarrollo de una agenda estratégica y articulada, a través de líneas de acción en materia de construcciòn de paz en las que se reflejen las diferentes interpretaciones e iniciativas de paz que existen en el país y en la esfera internacional" (1). A su vez, los objetivos esperados fueron: promover un espacio de diálogo y reflexión entre l@s constructor@s de paz para identificar líneas de trabajo comunes y complementarias, y consolidar toda la informaciòn posible sobre las organizaciones de paz en Colombia para tener una base de datos actualizada (2).

En el evento en menciòn, John Paul Lederach presentó su enfoque de construcciòn de paz, representado en la pirámide de los tres niveles: el de base social, el medio de la telaraña, y el alto donde se ubican los actores con poder para negociar. Recordó que la paz se construye en dimensiones que van de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo. A su vez, profundizó en el modelo de la telaraña, y nos recreo con las experiencias de: los grupos de usuarios de bosques comunitarios de Nepal, la de las caminatas circulares de los abuelos de los subclanes de Somalilandia, y la de movilizaciòn y resistencia sexual de las mujeres de Liberia.

El modelo de la telaraña se estructura sobre el análisis de la labor que desarrolla la araña, para asemejarlo a la construcciòn de la paz. Al respecto, la araña parte de visualizar el espacio real con el que cuenta, identifica los puntos de anclaje que son los más importantes por que son los que duran mas, y los ejes por los que cruza los hilos. En el tejido de la araña la centralizaciòn es debilidad, y por el contrario, la descentralizaciòn es fortaleza; combina la independencia y la interdependencia al crear ejes en todos los lugares; y los hilos son flexibles, dado que la rigidez conlleva riesgo y poca duración.

Encontré que en Colombia se aplican todos los modelos de las experiencias mencionadas por Lederach. Los indígenas del Cauca hacen resistencia para la paz y se movilizan para caminar la palabra, las organizaciones de mujeres que luchan contra la guerra hacen resistencia para la paz y se movilizan en rechazo a la guerra, apoyo a las víctimas y clamor por la solución negociada al conflicto armado, las iniciativas de paz de base social aplican en lo local, lo zonal o lo regional el modelo de la telaraña en su ejercicio de construcciòn de paz, y se identifican redes de iniciativas de paz de base social, como la integrada por 29 de estas experiencias, apoyada por el Programa Suizo para la Promoción de la Paz en Colombia -SUIPPCOL-.

Comparto la consideraciòn de Lederach en su último libro: Imaginaciòn moral. El arte y el alma de construir la paz (3), en el sentido de que la construcciòn de la paz no depende de formulas, técnicas o teorías, ni propone soluciones, sino sugiere iniciativas y estrategias que permiten moverse de la violencia destructiva al compromiso social constructivo y la generación del cambio.

He sugerido en algunos encuentros de experiencias constructoras de paz de este país, la importancia de una ruta a seguir: inicialmente profundizar al interior de cada experiencia su propuesta de paz, articular esa propuesta con la de distintas iniciativas de paz de base social, y finalmente con otras iniciativas de la sociedad civil por la paz. De esta manera su incidencia podría ser mayor y a su vez estarían mas preparados para asumir su protagonismo como tercer actor en un proceso de negociaciones de paz.

El evento me parecio valioso e interesante, y lo relacione con el que Suippcol realizó los dìas 15 y 16 de abril de este año con el CRIC y distintas experiencia de la red de iniciativas de paz de base social que apoyan y acompañan. Celebre que esto estuviera ocurriendo en Colombia, pues recordé que en 1998 y 1999 cuando Marcela Salazar y quien escribe este artículo realizábamos un primer estudio sobre las iniciativas de paz de base social, en forma específica las Comunidades de Paz del Urabá antioqueño y chocoano, y la experiencia indìgena de la OIA, al socializar los hallazgos de la misma, recogidos en el libro de entonces (4), en algunos escenarios nos decìan que eran estas experiencias utópicas y se colocaba en duda sus alcances. Doce años después, es bastante lo que hemos avanzado, pues por el contrario, estas experiencias se reconocen en la actualidad como las expresiones mas reales y autènticas de construcciòn de paz en este país.

FUENTES DE INFORMACIÓN

1. Carta de invitaciòn al II Encuentro de construcción de paz 2010, suscrita por CORDAID.
2. Ibídem.
3. Lederach J.P., (2008), Imaginaciòn Moral. El arte y el alma de construir la paz, Bogotà, Editorial Norma.
4. Hernandez Delgado E. & Salazar Posada M., (1999), Con la esperanza intacta. Experiencias comunitarias de resistencia noviolenta, Bogotá, Editorial Arte y Folito.
5. La foto superior recoge el símbolo del encuentro.
6. La foto del medio registra a Lederach en una de sus intervenciones.

miércoles, 21 de abril de 2010

En COCOMACIA las mujeres se organizan y construyen paz



COCOMACIA es proceso organizativo, ejercicio de resistencia civil y experiencia de construcciòn de paz de las comunidades negras del medio Atrato chocoano, y en el imaginario de sus comunidades campesinas: "es la madre a quien se le debe todo"(1). Este proceso, que ha alcanzado una duraciòn de 27 años, ha dejado una profunda huella en las 124 comunidades negras que se asientan a lo largo de las 800 mil hectáreas que constituyen su área de influencia. Ha evidenciado extraordinarias capacidades y potencialidades, de las mismas, y un poder pacífico transformador con logros muy concretos: impedir pacíficamente la entrega en consesión del territorio ancestral por parte del Estado a algunas madereras, la titulación colectivamente del mismo, la protección de la cultura, el proceso organizativo de las comunidades negras en el medio Atrato, incidir en la expedidión de la ley 70 sobre la propiedad colectiva del territorio por parte de las comunidades en menciòn, la prevenciòn del desplazamiento, el retorno de poblaciòn desplazada, el desarrollo de importantes proyectos productivos, y en muchos momentos la disminución de la intensidad del conflicto interno armdo (2).

Al iterior de COCOMACIA se identifica la Comisiòn de Género, que valiosas y destacadas mujeres de la regiòn han generado y dinamizado desde el año 2000. En una conversaciòn informal por estos dìas en Quibdó, ellas me contaron sobre el origen, los principales logros, las dificultades y los proyectos desarrollados por su comisión. Advertí el orgullo y la alegria que sienten por lo que han hecho durante estos últimos 10 años.

Mujeres muy caracterizadas, alegres, dinámicas, inteligentes y disciplinadas están en el origen de la Comisiòn de Genero: Victoria Torres (q.e.d), Justa Mena, Maria del Socorro Martinez, Rubiela Cuesta, Ana Rosa Heredia, Cornelia Chavarro, Julia Susana Mena, Carmen Navia, Josefina Mena, Floralba Blandón, Ana Lorenza Mena, Miguelina Sanchez, y Andrea Mena, entre otras (3). Ellas comprendían que a COCOMACIA le hacía falta un espacio para la reflexiòn, el intercambio de opiniones y la acciòn de las mujeres en torno de su problematica, la de sus comunidades y la regiòn, en búsqueda de alternativas, y en procura de la transformaciòn de realidades impuestas por las violencias. Ellas "sabìan que como mujeres eran complemento de los hombres pero a su vez eran diferentes" (4).

El camino recorrido ha sido muy satisfactorio pero tambièn exigente, lo han caminado poco a poco, asumiendo retos y superando dificultades. Dentro de estas, la cultura patriarcal que dificultaba la comprensiòn adecuada de los significados del género, y que incumbía no solo a las mujeres, sino a la familia y la comunidad en general; y que no permitía que fas mujeres fueran percibidas como parte del trabajo que realizaba el proceso organizativo (5). Tambièn, tener que desarrollar su labor en medio de las violencias y a pesar de ellas, no contar con suficientes recursos de financiaciòn para poder movilizarse y ambientar el proceso en las 124 comunidades, y la condiciòn de la mayorìa de ellas, de cabeza de hogar, por haber perdido a sus compañeros por causa de la violencia o por terminación de la vida en pareja (6).

Sus logros han sido muy significativos: generar y consolidar la Comisiòn de Género, la Escuela de Género que permitiò la formación de un semillero de hombres y mujeres en torno del género y la convivencia pacífica entre hombres y mujeres; incidir para que se adoptara dentro de los reglamentos de COCOMACIA, que en la junta de cada Consejo Comunitario Local, Zonal y el Mayor hicieran parte por lo menos tres mujeres; la capacitación que han realizado en las comunidades para la consolidaciòn de la Comisiòn en mención; y los importantes proyectos productivos realizados, como el de artesanìas y el del restaurante: cocina popular campesina, en el que preparan los deliciosos platos propios de las comunidades negras (7).

Identican dentro de los principales proyectos que han desarrollado: el de la Escuela de Género que les apoyó Diakonìa; el de socializaciòn en las comunidades de la ley 1257 del 2008 sobre noviolencia contra la mujer y el Auto 092 del mismo año sobre dignidad de la mujer desplazada, apoyado por Cordai y Synergia; y las microempresas con capital semilla que han benficiado a mas de 100 mujeres de la regiòn (8).

Fue muy gratificane para mi conversar con ellas por estos dìas, encontrarlas tan dispuestas, activas y optimistas a pesar de tantas dificultades, reconociendo que han caminado y a su vez han hecho camino, y que han desplegando un extraordinario poder pacífico transformador. Sin lugar a dudas, en el dìa a dìa, desde sus capacidades y su unidad ellas han procurado la defensa de la vida, el territorio y la cultura; han trabajado por unas relaciones de género mas pacíficas y la dignificaciòn de las condiciones de vida de las mujeres en el medio Atrato; y han contribuido a generar alternativas de soluciòn para la sostenibilidad de muchas mujeres de la Comisiòn. Ellas como COCOMACIA han evidenciado toda la creatividad de los constructores de paz que hacen posible lo imposible.

FUENTES DE INFORMACIÒN

1. Hernandez Delgado E., (2004), Resistencia civil artesana de paz. Experiencias indìgenas, afrodescendientes y campesinas, Bogotá, Editorial Universidad Javeriana.
2. Conversaciòn informal con las integrantes de la Comisiòn de Género de COCOMACIA.
3. Ibíd.
4. Ibíd.
5. Ibíd.
6. Ibíd.
7. Ibíd.
8. Ibíd.