domingo, 28 de junio de 2009

ATCC, experiencia nobel alternativo de paz, sigue evidenciando los alcances del diálogo

Hace 21 años, afros y mestizos procedentes de diferentes sitios de Colombia, asentados en ese territorio del magdalena medio santandereano, mágico y próspero a la vez, donde se encuentra el Rió Carere o minero con la selva tropical, la reciedumbre del colono, la dureza de las violencias, y el poder transformador de la paz, generaron una propuesta de vida y dignidad, soportada en diálogos humanitarios con todos los actores armados presentes en la zona. Desde entonces ellos han aprendido y nos enseñan la potencialidad del diálogo humanitario, sus alcances y principalmente sus posibilidades.

En un contexto de fuego cruzado por escalamiento de conflicto armado, inmersos en el dolor, las pérdidas y el duelo, los campesinos de la ATCC descubrieron sus potencialidades para la construcción de la paz, transformando perfectiblemente la dura realidad desde un método distinto de la violencia: la organización comunitaria y el diálogo.


En los diálogos del ayer, la ATCC lograba perfectiblemente humanizar el conflicto interno armado, sentando al combatiente en una mesa de diálogo con el civil, mostrándole el impacto destructor de su accionar, la equivocación de sus decisiones contra la vida y la autonomía de las comunidades campesinas , y persuadíendolo para que modificara decisiones y acciones producto de sus lógicas de guerra, y respetara las otras lógicas, las de la población civil que no ha optado por la violencia para transformar la realidad.

Desde entonces la ATCC hizo posible lo aparentemente imposible: los acuerdos humanitarios entre los actores armados y la población civil, el diálogo entre las lógicas de la guerra y las ciudadanas, y el reconocimiento de esa capacidad o potencialidad, siempre presente y esperanzadora, para encontrar alternativas humanitarias a pesar de las diferencias y las posturas mas radicales.

En la actualidad la ATCC despliega su capacidad de diálogo con entidades estatales, como la Corporación Ambiental de Santander -CAS-, con el propósito de encontrar alternativas que permitan proteger los derechos de las comunidades campesinas sobre el territorio de su área de influencia, y al mismo tiempo el ambiente.


Frente a la amenaza de perder su territorio, la posibilidad de que se genere violencia por esta misma causa, y la afectación de sus comunidades, la ATCC responde con el diálogo y la organización de siempre. El diálogo al interior de sus comunidades para analizar, concertar, y tomar decisiones; con la autoridad ambiental, para encontrar alternativas de solución pacíficas, justas y propositivas; y con sus acompañantes para buscar información y apoyo.

Hasta el momento el proceso de diálogo ha sido muy dinámico y aunque no ha finalizado aún, ya muestra importantes logros: evidenciar que el trabajo por la paz, reconocido en un nobel alternativo de paz pesa en cualquier lugar del mundo; detener un proceso de declaratoria de su territorio como Parque Natural Regional, que no había consultado ni a las comunidades, ni la realidad sobre las formas de vida que se desarrollaban allí, y que revertían la propiedad del mismo al Estado; una interlocución permanente entre los campesinos y autoridades regionales, como el Gobernador de Santander y algunos secretarios de su despacho, y la CAS; unos acuerdos incipientes en torno de las formas de protección ambiental que se decretaran en el terrritorio; y el apoyo permanente a la ATCC por parte de organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales. Dentro de las primeras, la Fundación Carare, la Corporación DEPAZ, y las Universidades Distrital y Javeriana, y dentro de las últimas: el Programa Suizo para la Promoción de la Paz en Colombia -SUIPPCOL-, y Peace Woork.

Registramos en forma positiva los diálogos que la ATCC adelanta con la CAS, y esperamos que encuentren alternativas justas y pacíficas que permitan al mismo tiempo proteger el ambiente, los derechos de las comunidades campesinas asentadas en el territorio, y el valioso trabajo de construcción de paz que la ATCC ha realizado allí durante 21 años.

Notas:

1. En la foto superior esta Donaldo Quiroga, expresidente de la ATCC, orientando la comunidad en una asamblea en la casa campesina.
2. En la foto del medio Donaldo nuevamente, Mauricio Hernandez, actual vicepresidente de la ATCC, y quien escribe este artículo.
3. En la foto inferior, un mapa con el territorio del área de influencia de la ATCC.

sábado, 27 de junio de 2009

Marino Mestizo lider de la resistencia indígena y constructor de paz en Jambaló

Lo conocí este año, entre marzo y abril, nos recibió en su casa, en la Esperanza, zona baja de Jambaló. Me llamo la atención su amabilidad y su permanente preocupación por que todo saliera bien; frecuentemente aparecía para consultar si el grano estaba completo o si hacía falta algo de remesa. En ese momento realizabamos una minga de saberes y pensamientos con los presidentes de Acción Comunal y los beneficiarios de la Escuela de Formación Integral, con el fin de identificar los principios, significados y perspectivas de la escuela.

Por entonces, la Esperanza era epicentro de resistencia indígena noviolenta, y Marino Mestizo su líder mas destacado. En la asamblea comunitaria que se realizó entre el 23 de febrero y el 4 de marzo del presente año, su voz se pronunció con firmeza, sin violencia, en defensa del territorio, la autonomía, la cultura y la población indígena asentada en esta zona. Quería un territorio libre de cristalizaderos de coca, minas antipersonales, y actores armados, y jóvenes vinculados a opciones de vida, orgullosos de su identidad y activos en el movimiento indígena.

Su postura clara, directa y firme traería consecuencias inmediatas a su vida: inicialmente una amenaza, y luego la materialización de la misma, el 23 de junio de este año, cuando hombres encapuchados detuvieron su marcha en la vía que conduce de Caloto al Palo, para retenerlo, atarlo y propinarle los 3 disparos en la cabeza, con los que segaron su vida.

Marino era como los indígenas que he conocido, sencillo, humilde, inteligente, valiente, laborioso, comprometido con su proceso, y constructor de paz. Gozaba de la credibilidad y el respeto de las autoridades indígenas y de los comuneros que compartían su postura en el ejercicio de resistencia indígena. El sabía que su liderazgo y sus convicciones podían apagar su vida, y por este motivo, en los días que antecedieron a su asesinato, en reunión con sus amigos mas cercanos y compañeros del movimiento indígena, les manifestó que si un día el faltaba, que continuaran firmes en su ejercicio de resistencia, que el no tenía miedo de morir, por que sus convicciones eran claras y por que para morir había nacido.

Marino era constructor de paz por que concebía la posibilidad del cambio desde métodos noviolentos como la organización comunitaria, la unidad, y la resistencia indígena noviolenta. También por que proponia opciones de vida, solidaridad, y convivencia armónica; por que protegía la cultura del pueblo Nasa, su territorio y su autonomía; por que estimulaba la Guardia Indígena, y por que su vida cotidiana era testimonio de sus convicciones.

Marino fue despedido por su familia y su pueblo con dolor e indignación, con musica propia, con honores de las autoridades indígenas y la Guardia Indígena, y dejando importantes enseñanzas, que sin lugar a dudas, contribuirán a la unidad del movimiento indígena y al fortalecimiento del ejercicio de resistencia en la Esperanza, Jambaló y el Norte del Cauca.


Desde la cosmovisión propia, el Nasa nunca muere por que es un permanente viajero, y como reza el himno de la guardia indígena, "Compañeros han caido, pero no nos vencerán, porque por cada indio muerto otros miles nacerán". Esperamos que no tengan que caer mas líderes indígenas, por que tenemos que aprender las lecciones de nuestra historia, en las que se ha hecho evidente que la violencia no transforma para construir, que no existe ninguna causa que justifique la violencia y la muerte, que las diferencias no se resuelven eliminando al contradictor, y que muchos ejemplos en el mundo enseñan que es posible el cambio y la construcción de la paz desde mecanismos noviolentos.

Pacífico y significativo el comunicado leído en el sepelio por las autoridades indígenas, en el que ratificaron su opción por la vida, la transformación noviolenta de la realidad y el diálogo.

NOTA

1. La foto superior corresponde a Marino Mestizo.
2. La segunda foto en orden descendente corresponde a los honores que le brindó la Guardia Indígena a Marino Mestizo el día de su sepelio.
3. La tercera foto corresponde a un afiche que hicieron para Marino Mestizo los jóvenes de la Esperanza.
4. La última foto corresponde a los artístas que despidieron con música propia a Marino.

miércoles, 17 de junio de 2009

Ana Felisa Alchirique, artesama Guane del barro, homenajeada por expresidente de la República y la Academia de História de Santander

Ana Felisa Alchirique es descendiente del pueblo Guane, que habitaba en forma originaria buena parte del territorio de Santander hasta la llegada de los Españoles en el siglo XV. Tiene aproximadamente 85 años, 9 hijos vivos de los once que tuvo, y aprendió de sus ancestros el arte de moldear el barro, oficio que ha ejercido desde que tiene uso de razón, con maestría y en forma artesanal. Ella vive en una vereda de Barichara, nunca ha empleado un horno industrial, y tal vez no los conoce, por que siempre ha instalado el suyo abriendo un hueco en la tierra, tal como aprendió de sus antepasados, para someter al fuego sus creaciones.

Ana Felisa representa una cultura milenaria, y su arte alberga importantes pistas sobre nuestras raíces o la presencia de las mismas en el proceso de mestizaje. Ella como todos los indígenas que he conocido, es sencilla, humilde y por ende sabia. Su máximo sueño era tener una cocina bonita y como me manifestó, jamás se imagino un día como el del pasado sábado, en el que recibiría un solemne homenaje por la cultura que representa y su arte.

Recordando a mi amigo Paco Muñoz, en su propósito de mostrar como evidencias de "paz inacabada o imperfecta", todas las actuaciones en las que se resuelven pacíficamente los conflictos o se proporciona bienestar a los seres humanos, caso este último que aplica a este artículo, me pareció valioso destacar a Ana Felisa, su arte, la cultura Guane que ella representa, y el hecho singular de que fuera el expresidente de la República, Belisario Betancur, quien organizara el reconocimiento que se le brindo en la casa de la cultura de San Gil el pasado Sábado. Según su relato, él asistía a una exposición artesanal en Barichara, cuando conoció algunas piezas de Ana Felisa, que le llamaron la atención. Preguntó por la artista, pero no la encontró. No obstante, persistióo en su búsqueda hasta que la ubicó en su casa en el campo. Quedó muy impresionado con su vida y su arte, y pensó que debia ser objeto de un merecido reconocimiento, para lo cual convocó a la Academia de Historia de Santander, de la que es miembro correspondiente.

Expresó el Expresidente Betancur, que fortalecer la nación pasa por el reconocimiento de su identidad, de sus raíces, y que la expresión artística de los pueblos son un importante rasgo de nuestra identidad e historia.

Esta iniciativa pacífica, contrasta con la agresión que en distintos lugares del país se esta ejerciendo contra los pueblos indígenas de Colombia, como en Nariño, donde fueron masacrados indígenas Awa, incluso mujeres embarazadas, en el Cauca donde líderes del proceso indígena han sido asesinados y cabildos como el de Jambaló son declarados objetivo militar por parte de actores del conflicto armado. Cabria agregar aquí el caso de los indígenas de la Chorrera en el Amazonas, que registran altos niveles de desnutrición que agrega un mayor riesgo de extinción a estos pueblos, y la negativa del gobierno de ratificar la declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos Especiales de los pueblos indígenas.